Alberto “Pancho” Motta Jr. (4 de agosto de 1946 al 11 de abril de 2016).
Nace en Panamá del matrimonio formado por Alberto C. Motta C. y Pauline Cunningham. Se casó con Loraine Page y tuvieron tres hijos: Alberto, Giuliana y Georgette.

Pancho Motta vivió en la Ciudad de Colón por 40 años y estudió en la Universidad de Hartwick, EEUU.

Por 50 años, Pancho, fue una de las caras más reconocibles en la industria de las tiendas libre de impuestos de las Américas.

En la década de los 60, Pancho se traslada a vivir a Lima, Perú, cuando Motta Internacional obtuvo la concesión para operar una tienda libre de impuestos en el aeropuerto internacional Jorge Chávez.

«Está en mi sangre, desde que era joven empecé dentro del negocio del duty free. Es parte de nosotros, nos gusta, lo amamos y todos le dedicamos tiempo a ello».

Pancho Motta
(refiriéndose a la tienda establecida por su padre en 1954)


Durante 16 años fue el presidente de la Asociación Internacional de Tiendas Libres de Impuestos en los Aeropuertos (International Association of Airport Duty Free Stores – IAADFS).

Pancho Motta también formó parte de la junta directiva de varias empresas. Fue Director de Inversiones Bahía, Motta Internacional S.A., Copa Holdings desde 1998 y de Copa Airlines desde 1983, Televisora Nacional S.A., Grupo Financiero BG S.A., Banco General, Business Park Management, Grupo Financiero Continental, S.A., Inversiones Costa del Este S.A., ASSA Compañía de Seguros S.A., Petróleos Delta, Productos Toledano S.A., Financiera Automotriz S.A., Hotel Miramar Inter-Continental e Industrias Panamá Boston S.A.

Fue miembro del Consejo Asesor del Banco Latinoamericano de Comercio Exterior S.A. (también conocido como Banco Latinoamericano de Exportaciones SA). Fue miembro del Consejo Consultivo del Banco de Exportación de América Latina. Y Cónsul Honorario de Bolivia en Colón.

«Todos los negocios son fáciles hasta que empiezas a trabajar en ellos».

Pancho Motta


Desde su infancia aprendió, de su padre, la importancia de dar sin esperar nada a cambio. Este fue, sin duda alguna, el mayor legado que don Alberto Motta Cardoze le dejó.

Pancho fue un hombre de espíritu alegre, sociable y extrovertido, con una gran habilidad para negociar y mediar, con un gran sentido del humor y muy racional. Fue una persona muy querida y respetada gracias a su humildad, dignidad y solidaridad en su diario vivir.  Siempre hablaba de su padre, con estima, respeto y mucho orgullo.  Fue en su honor y junto a su hermano Stanley, que siguió adelante con su proyecto de contribuir a través de la Fundación Alberto Motta, tratando siempre de servir, promoviendo el bienestar de la comunidad.

«Tenemos un dicho, que solo se tiene un negocio si es un negocio que es bueno para todos».

Pancho Motta


Fue director de varias organizaciones sin fines de lucro como Operación Sonrisa, Ciudad del Niño, Industrias de Buena Voluntad, Casa Esperanza, Nutre Hogar, entre otras.

Participó siempre en proyectos de responsabilidad social, buscando impactos relevantes en la sociedad.  Pancho participaba en diversas actividades del Centro Supérate de la Fundación Alberto Motta en San Miguelito,  programa educativo de excelencia académica que contribuye a elevar el nivel de educación de jóvenes de recursos limitados. Pancho se involucraba activamente en debates y exposiciones, siempre apoyando la iniciativa de elevar el nivel educativo de los jóvenes.

Todas las navidades compartía con los adultos mayores del Asilo Años Dorados, Luz y Vida y a los más de 150 niños y jóvenes de Aldeas Infantiles SOS.  Actividades que se volvieron una tradición familiar, pues participaban anualmente con él, su esposa, hijos y nietos.

Pancho era un hombre de gran nobleza. Fue un ejemplo y modelo a seguir. Alegre, inspirador, justo, noble y siempre preocupado por los demás.