Alberto C. Motta Cardoze (15 de septiembre de 1916 al 25 de septiembre de 2006). Nace en Panamá del matrimonio formado por don Ernest Ferdinand Motta y doña Emily Cardoze de Motta. Se casó con Pauline Cunningham y tuvieron tres hijos: Sandra, Stanley A. y Alberto C., Jr.
Don Alberto completó su educación primaria en el Instituto Nacional y la secundaria en el Balboa High School.
Desde muy temprana edad demostró ser una persona con una gran visión emprendedora y con altos valores de honestidad e integridad.
Su primer negocio fue a los 8 años de edad. Formó su primera sociedad, junto a un amigo, vendiendo chocolates. Solía decir que “mientras más duro trabajo, más suerte tengo”.
Luego empezó a distribuir periódicos en Bella Vista y posteriormente empezó a distribuir mantequilla.
A los 17 años, junto con su hermano Arturo, comenzó a trabajar en el negocio Casa Motta en la Avenida Central, en la Ciudad de Panamá. Poco después, con la apertura de la tienda Motta en Colón, se trasladó a esta ciudad, donde residió durante 52 años. Con el tiempo, incursionó en la venta de licores libres de impuestos y perfumes a los barcos de turistas que transitaban por el Canal de Panamá. Más adelante, junto con dos socios, participó en la creación de Terminales Panamá S.A., la primera empresa de transporte de carga que compitió con el ferrocarril transístmico, manejado por los estadounidenses, y ejerció como su presidente durante 27 años.
En 1933, con 17 años, junto con su hermano Arturo, empezó a trabajar en el negocio Casa Motta en la Ave. Central, en la Ciudad de Panamá.
En 1936, con el establecimiento de la tienda Motta en Colón, se traslada y reside por 52 años en dicha Ciudad.
En 1940, inicia con la venta de licores libres de impuestos y perfumes a los barcos de turistas que transitaban por el Canal de Panamá.
En 1945, junto con dos socios más, participa en Terminales Panamá S.A., la primera empresa de transporte de carga que competía con el ferrocarril transístmico, manejado por los estadounidenses y fue su presidente por 27 años.
Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1947, la ciudad de Colón comenzó a enfrentar dificultades económicas debido al cierre de las bases militares y su impacto en los negocios. En ese contexto, surgió la idea de crear una Zona Libre, y Don Alberto C. Motta Cardoze fue uno de los visionarios que impulsó su desarrollo. Poco después, en 1949, Motta Internacional inició operaciones con la apertura del primer Duty Free del hemisferio occidental en el aeropuerto de Tocumen. Años más tarde, en 1952, firmó el primer contrato de arrendamiento en la Zona Libre de Colón, consolidando su compromiso con el crecimiento comercial del país. En 1968, cuando la Compañía Panameña de Aviación (Copa Airlines) operaba únicamente vuelos internos, adquirió un grupo de acciones y, con dedicación y visión, la convirtió en una de las aerolíneas más importantes de la región. A lo largo de su destacada trayectoria, contribuyó significativamente al desarrollo económico y social de Panamá, liderando la creación de grandes empresas que han generado miles de empleos y oportunidades para los panameños.
Fue Presidente de varias compañías: Motta Internacional, S.A.; Compañía Panameña de Aviación S.A. (Copa Airlines), ASSA Compañía de Seguros S.A., Banco Continental (Banco General), Desarrollo Costa del Este, Televisora Nacional (TVN Media) y Telecarrier. También fue Director de Hermanos Motta S.A., Miembro Consejero en The Conference Board y en The Stanford Research Institute.
Don Alberto fue Presidente de la Cámara de Comercio , Industrias y Agricultura de Colón en cuatro oportunidades y de la Zona Libre de Colón. Miembro del Club Rotario de Colón por más de 30 años. Durante 20 años consecutivos formó parte de la Comisión Arancelaria. Presidió la Comisión Nacional de Turismo y la Feria Internacional en Colón. Fue Cónsul Honorario de Suecia.
También contribuyó con el desarrollo de innumerables obras sociales, mediante su participación efectiva en organizaciones de impacto social, entre ellas, Cruz Roja de Colón, por más de 50 años, Fundación Emily Motta (Fundación Alberto Motta) y la Fundación Ciudad del Saber.
Participó activamente en la Fundación del INCAE y fue un fiel creyente en la capacidad de educar a los jóvenes ejecutivos de la región.
El legado de Don Alberto C. Motta Cardoze ha permitido mejorar la calidad de vida de miles de personas, y sus valores siguen vivos en cada actividad e iniciativa que se emprende.
Recibió las siguientes distinciones nacionales e internacionales:
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